lunes, 28 de mayo de 2007

Discusión

Cada vez que llegaba a casa con mis aros de cangrejo y mi saco de piel de pulpo, mi mujer se enojaba, me gritaba y me golpeaba, hasta que nuestra relación terminó.
¿Será que no soportaba mi mal aliento?

2 comentarios:

castigo dijo...

el problema fundamental se basa en no alimentar bien al pulpo interior

Andrés Acevedo dijo...

¡Imbécil! ella fue presidenta de Greenpeace, hasta que supo de la existencia de Peta.